miércoles, junio 22, 2005

Juan Gabriel en el bote

Aclaración: No es homofobia, me cai que no, pero qué pinche gusto.
Es como si de pronto a los de rebelde los ponen frente a un paredón y los acribillan.
Y a los Yonics los destripan.
Y a los de Bronco les abren la panza.
Ya José José lo sancochan en aceite hirviendo.
Y si a los de La Academia les vuelan los testículos de un plomazo.
Sí, lo reconozco soy un intolerante.
Que me lleven a la hoguera.
Que me pateen los huevos
Que hagan de mi lo que quieran
Pero qué pinche gusto.

PD. Me cai de madres que sí.

éramos treinta y tres

No hay post que duré cien años ni distraido que lo aguante.

lunes, junio 20, 2005

Memorias del subdesarrollo

Memorias del subdesarrollo


Apagas el televisor. Apagas el DVD. Te recuestas por un momento sobre tu cama dura. Te rascas los testículos una vez más y hueles tus dedos.
Te levantas.
Tomas una toalla.
Pasas al baño.
Dejas que el ruido del agua se escuche encima de tu cuerpo desnudo y gordo.
Tomás Gutiérrez Alea tiene la virtud de fotografiar y congelar escenas, imágenes que dicen todo.
El silencio que come te lo llena con la música que te termina de pulverizar.
Al terminar de ver Memorias del subdesarrollo te ves reflejado en Sergio, su protagonista, aquel hombre de 38 años divorciado de una mujer loca que hace berrinches por todo.
Más tarde sales a la calle y te encuentras como si fueras Sergio, aquel pequeño burgués que todos llevamos dentro, en un mundo raro.
Caminas, escuchas los ruidos que opacan el sonido de tus pensamientos.
Te olvidas de Madrazo, del Peje, de Marín y de Doger.
Caminas como Sergio en una de las calles de Cuba.
El sonido de los cláxones tapa todos los demás ruidos.
Te falta la música de fondo.
Caminas solo como si no existieras, como si no fueras de este mundo.
Te importa un carajo el desafuero, te importa un carajo el Patria o Muerte, venceremos.
Estás como Sergio, un ente casi inexistente que camina en una película a blanco y negro.
Retomando esas fotografías esas imágenes.
En tu propio subdesarrollo.
No cabe duda Gutiérrez Alea te invita a su propio mundo. Te contagia o te recuerda tus propias penas: que honestamente te vale madres todo.



Texto fusilado del internet:

Que las contradicciones del burgués pueden reflejar como en un espejo las de la sociedad donde la burguesía ha llevado la voz cantante, lo demuestra esta obra maestra del razonamiento y la ironía. Una historia personal que hubiera sido intrascendente de no ocurrir en los vertiginosos días de la revolución, cuando todas las contradicciones se pusieron al rojo vivo. La película entrega un monólogo interior con mirada a la calle, como es la novela homónima de Edmundo Desnoes

miércoles, junio 01, 2005

silencio

Esta chingadera me tiene vetado, desde hace más de dos meses no puedo subir ningún post. Nomás por sus purititos huevos