viernes, julio 30, 2004

Jesús es mi pastor y nada me faltará


(O como diría el clásico: Poca chiche quiere chucho)

El antropólogo Chuché Moralé (de origen galo-mixteco) realizó una investigación de cómo acabar con los enemigos del PRI.
La demostración la hizo frente a los habitantes de Tepeaca.
Minutos antes de la degustación, acuñó una reflexión filosófica basada en la experiencia trascendental: "Vamos a echarnos un taco placero espontáneo".
Los nativos se sorprendieron de la práctica, por lo que decidieron hacerlo diputado federal.
Los enemigos del PRI ahora son llevados como ofrendas a su pastor para que éste siga demostrando lo que significa la Democracia y la Justicia Social.


(Demostración de poder. Así se actua contra los enemigos del sistema. Pero el poder se acaba y se construye cada seis años. El poder se escribe y se reinventa en un ciclo. Nada cambia, los personajes son los mismos. Los ideales que se persiguen son equiparables a un borrego convertido en mixiote devorado por el aparato, maquinaria o sistema. Crédito de la foto: Ulises Ruiz Basurto. El Ulises Ruiz bueno. No el de Oaxaca. Agradecimientos: Lalo, por conseguirme la placa).

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