Ni en la mejor quezadillería expenden esa flor de calabaza amarilla, sucia pero light.
Ni en el zócalo, ni con los arreglos de Luis Paredes.
La flor de calabaza es ahora un ente etéreo, no más que me acusa de abandonarla por unos puros cohiba.
La flor de calabaza, esa flor de calabaza, no se da en Puebla.
Carajo, voy por una quezadilla y vuelvo.
martes, diciembre 28, 2004
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