martes, septiembre 30, 2008

Esa maldita costumbre

Es la mañana. Me siento en mi cama. Veo mis piernas. A duras penas me baño y desayuno algo ligero por la dieta en la que ya he perdido más de diez kilos. Trato de no pensar en ti pensando en ti.
Salgo a la calle, nuevamente busco tu camioneta en miles de camionetas similares que rolan por Puebla. Obviamente ninguna es la tuya.
Me vuelvo un mal espía. Me veo a mi mismo con un periódico a la altura de mis ojos buscando los tuyos.
Como mi vista es muy mala, necesito lentes, pienso haberte encontrado en cualquier parte de la Angelópolis, pero no. Trato de no pensar en ti pensando en ti.

Al llegar a donde trabajo comienzan las bromas, los chistes, los chismes sobre tal o cual persona. Un día muy ordinario. De pronto yo pierdo la atención en lo que los demás hablan y me encuentro pensando en ti. Recordándo algo, diciendo algo. Después reacciono y regreso a la charla. Comienzo a escribir mis encargos. Prendo un cigarro. Recuerdo que regresé a fumar por un momento de debilidad ante tus ojos que provocaron que perdiera el estilo y las formas. Voy a comer. Las charlas siguen siendo iguales. Hay mujeres en el restaurante. Todos los de la mesa las vemos y comentamos sobre sus cuerpos. De pronto mi socio me da un golpe en la cabeza "pero es que este güey siempre se enamora", dice y ríe. Los demás también ríen como si lo mío fuera algo muy infantil. Yo de pronto me sobo, río como cómplice y en señal de "mirenme soy medio pendejo", en ese momento no sé cómo es que ya estoy pensando en ti. Y no se me ocurre nada para llamarte, para hablarte. Me siento idiota tratando de sonreírles a los demás cuando en el fondo siento un vacío interno, después de que una imagen tuya aparece inmediatamente frente a mi. Cómo mandarte flores en ese instante porque no sé tu dirección, sé dónde estudias y dónde tienes un negocio, pero no sé cómo hacerle en ese momento.
Cómo gritarte lo que siento por ti en ese instante. Cómo despedirme de esta comida con políticos hijos de puta que lo único que piensan es cómo chingarse la lana y cogerse a sus secretarias, aunque de pronto se pongan moralistas. Cómo levantarme y mentarles su madre y decir que voy en busca de ti, que me perdonen pero me es más importante ir en busca de una mujer que estar escuchando pendejadas que son de todos los días.
Termino un poco ebrio. Mis sentimientos acompañados de pensamientos se vuelven desbordantes. Pienso en ti.

Hago ejercicio. 45 minutos. No puedo más por mis problemas de presión alta. Entro al vapor. Salgo bañado y regreso al internet en mi casa. Sigo pensando en ti. Veo mi celular quiero mandarte un mensaje. Serán como las once de la noche. Ya es tarde pienso. Más tarde me acuesto a dormir. Me quemo por dentro, como diría Luis Eduardo Aute. Beso mi almohada pensando que eres tú, muerdo mis cobijas.Doy vueltas y vueltas. Digo en voz alta tu nombre. Golpeo mi colchón molesto porque no estás conmigo y porque me imagino a veinte mil pendejos cortejándote y mientras yo sigo con mi vida ordinaria. Escucho música. Todo tiene que ver contigo. Si voy al cine también. Si tomo un café igual, si camino en la calle, si veo coches, si veo gatos recuerdo tu gusto por los felinos, si veo una comida recuerdo el sambuca negro. Si subo a un elevador huelo tu perfume.
Puta madre!
No estás ahí. Y todo el mugroso tiempo de mi existencia debe tener relación contigo. Y ya vez no he perdido el gusto de pensar en ti.
No he perdido esa maldita costumbre de estar pensando en ti.

sábado, septiembre 27, 2008

Sólo tengo un par de dos + (Sozhino)

Contigo no tengo estrategias. Contigo no me salen los planes. Simplemente no me salen las jugadas. En la mesa puse un par de dos y aposté todo. Me quedé sin fichas. Sin saber cómo abrí mi juego de manera egoista. Descubrí el misterio. No sé cómo es que sucedió. No lo tenía planeado. Simplemente salió.
Yo esperaba tener en mis manos un pocar de ases o una flor imperial, un full de reyes con reinas, pero no, en las manos sólo había un simple par de dos. Y abrí mi jugada.
Yo quisiera tener la estrategia ideal para ganar la jugada, saber calcular las miradas, ver los estados de ánimo del contrincante, respirar sin que se noten mis movimientos y mis nervios, pero debajo de la manga sólo había un tres y un cinco de diferente figura, los ases los había perdido en quién sabe qué parte.
En la mesa sólo había un par de dos.
La casa gana. Y yo esperaba matar cualquier jugada, pero contigo no tengo estrategia, me pongo transparente, abro mi juego sin pensar. A ti no puedo engañarte, no puedo presentarme como un tahúr de Las Vegas: tan sólo me puse nervioso, me puse pálido con un pequeño par de dos.
Y es que cuando estás ausente son miles de pensamientos los que me invaden. Los diálogos entre uno y otro, pienso cómo ganar la jugada, me imagino a mi mismo con la sonrisa de un gángster después de haber controlado la situación, pero cuando estoy frente a ti me invade una sonrisa, me mata la ternura, me haces sentir tan joven, tan chamaco, se me acaban los pensamientos, regreso a mi origen, juego como un novato, toda la experiencia se va al basurero de cualquier casino y dejo, sin pensar, que ganes la partida.
Cuando me di cuenta sólo abrí mi juego y en la mesa había un par de dos. Pedía tiempo para explicar por qué esa jugada, gritaba por dentro que se parara el reloj, que regresara unas horas antes. Era imposible. Abrí la jugada. Me di dos golpes en la cabeza al darme cuenta que ya no podía pedir más cartas y que ya había mostrado mi mejor jugada: un par de dos.
Pero cómo iba a ser todo eso posible cuando te vi ahí y tus ojos me hipnotizaban. Y eran ellos los que sin quererlo me obligaron a levantar las cartas y extenderlas y mostrar ese pequeño par de dos. Las demás barajas no servían: un joto, una reina y un seis.
Ahí pongo pues mi par de dos: uno de corazones y el otro de espadas.
Contigo no tengo estrategias. Soy tan transparente, tan cursi, tan enternecido por tus ojos y tu sonrisa. Me queda claro que a ti no puedo engañarte ni aún con la verdad.

"No soy ni quiero ser tu dueño
"Es que un cariño a veces viene bien
"Tengo mis secretos y mis planes...secretos
"Solo los abro para ti y para nadie más
"¿por qué me olvidas y por qué me sumas?
(...)
¿por qué me dejas tan solo?
"por qué no me sigues el rastro
"Me estoy sintiendo muy solito.
(...)
¿Donde estás ahora?"

Caetano Veloso "Sozhino" (Solito)

sábado, septiembre 13, 2008

Admisión

El que esto escribe admite que siempre ha tenido prejuicios.
Que cuando andaba por los 20 años y estaba de moda la llamada trova, le incomodaba sobre todo porque hasta los panistas la cantaban en los antros que estaban en la avenida Juárez, pero como son unos persignados, se hacían pendejos cuando hablaban de sexo y penetración.
Que había un programa que se llamaba Cantares y que Alejandro Ramírez -el locutor- ponía canciones de Sabina y de Aute y las mezclaba con el aburrido de Alejandro Filio.
Que existían antros en la ciudad de Puebla en los cuáles se sentían intelectuales quienes interpretaban las canciones de Silvio y Pablo.
Que no eran ni son intelectuales por tocar una guitrarra, usar lentes redondos, no bañarse en tres días y fumar delicados sin filtro. Eso se llama ser cochino, estar ciego y que en la secundaria tocaron en una rondalla.
Que era lo que estaba inn en ese momento.
Que tenía prejuicios.
Que me arrepiento porque hasta apenas estoy descubriendo cosas muy bellas como las canciones de Sabina.
Que nunca es tarde para que se nos quite lo pendejos.
Que de todas maneras les miento la madre a los que se dicen intelectuales, no se bañan y usan lentes redondos.
Que aún Filio sigue siendo aburrido.
Que la letra que pongo a continuación es buení-sima.
Que el video de youtube, no tanto, aunque las nalgas de Kim Basinger sí y que no sé si así se escribe su apellido.
Que ya me voy, que ahí nos vemos y que esta letra viene en mentiras piadosas y que ojalá mi amiga Exi la recuerde bien, aunque no sé si aún visita este blog.
Que bye.



Y Si Amanece Por Fin
Joaquin Sabina



Y si amanece por fin
y el Sol incendia el capó de los coches
baja las persianas;
de ti depende y de mí
que entre los dos siga siendo ayer noche

lunes, septiembre 08, 2008

The Story

Esta rola me la recomendó mi amigo el Jimmy.

Es buenísima,chéquenla. Más allá del tono romántico hay dos partes que me parecen las claves de la letra:

"Ves la sonrisa que hay en mi boca
"Esconde las palabras que no salen
"Y todos mis amigos que piensan que soy tan afortunado
"Ellos no saben que mi cabeza es un caos
"No, ellos no saben quién realmente soy"

"Todas estas líneas que cruzan mi cara
"Te cuentan la historia de quién soy
"Tantas historias de donde he estado
"Y cómo llegué adonde estoy
"Pero estas historias no significan nada
"Cuando no tienes nadie a quién contárselas"

The Blower's Daughter

Y así es
justo como dijiste que podría ser
la vida sigue fácil para mí
la mayor parte del tiempo.
Y así es
la historia más corta
sin amor, sin gloria
sin un héroe en su cielo.

No puedo quitar mis ojos de ti
No puedo quitar mis ojos de ti
No puedo quitar mis ojos de ti
No puedo quitar mis ojos de ti
No puedo quitar mis ojos de ti
No puedo quitar mis ojos...


Y así es
justo como dijiste que debía ser
ambos olvidaremos la brisa
la mayor parte del tiempo.
Y así es
el agua más helada
la hija del agresor,
la pupila en la negación.

No puedo quitar mis ojos de ti
No puedo quitar mis ojos de ti
No puedo quitar mis ojos de ti
No puedo quitar mis ojos de ti
No puedo quitar mis ojos de ti
No puedo quitar mis ojos...


Dije que te aborresco?
Dije que quiero dejar todo esto atrás?

No puedo quitar mi mente de ti
No puedo quitar mi mente de ti
No puedo quitar mi mente de ti
No puedo quitar mi mente de ti
No puedo quitar mi mente de ti
No puedo quitar mi mente...

Mi mente...mi mente...

Hasta que encuentre a alguien.




O si la quieren escuchar en portugués, aún está mejor:

sábado, septiembre 06, 2008

No hay nostalgia peor
que añorar lo que nunca jamás sucedió
(...)

Y al llegar a la Plaza de Mayo me dió
por llorar y me puse a gritar dónde estás

jueves, septiembre 04, 2008

"Ni hablar mujer, trais puñal"

Cursi.

Según la real academia de la lengua esto significa:
1. adj. Se dice de un artista o de un escritor, o de sus obras, cuando en vano pretenden mostrar refinamiento expresivo o sentimientos elevados. 2. adj. coloq. Dicho de una persona: Que presume de fina y elegante sin serlo. U. t. c. s. 3. adj. coloq. Dicho de una cosa: Que, con apariencia de elegancia o riqueza, es ridícula y de mal gusto.

Alguien alguna vez me dijo que cursi es todo aquello que no llega a suceder y por ello se vuelve cursi.

No lo sé, lo que sí me queda claro es que todo mundo tenemos momentos así: cursis, rosas.

Idealizamos tanto que se vuelve exagerado lo que pensamos. Cuando uno relee sus viejos textos sobre lo que sentía respecto a la chamaca en turno, internamente uno se sonroja y dice en voz baja "ay, que pinche cursi". Pero en el momento en el que lo escribes para ti es lo más sublime y chingón que pudiste haber hecho. Y es que en ese momento, para ti, la chamaca en turno es la más sublime y chingona vieja que existe.
Tiempo después, cuando ya pasó la locura, te la encuentras y pueden pasar varios pensamientos: "Ay en la madre", "qué pendejo fui", "de la que me salvé" o un escueto "chale".

Ahora bien, yo sé que ando un poco cursi en estos últimos días. Y es que como les dije uno piensa en lo sublime y lo exagerado.
"Ni hablar mujer trais puñal" (Torito, dixit).

Y recuerdo una escena fenomenal en la película Hell boy II The golden army: Red (hell boy) se topa con Abe quien escucha una canción de Barry Manilow (más cursi no pudiera ser)porque Abe anda enamorado de la muchacha chicha. Abe trata de esconder el disco de las cien mejores canciones de amor y dice que está escuchando a Vivaldi. La escena en si es buenísima porque todos tenemos esa parte rosa y mamilona. Y siempre en nuestras colecciones debemos tener una cancioncilla ahí que nos llega. Yo, por ejemplo, tengo un disco de Carlos Lico en donde canta: "No", de Armando Manzanero.

En fin, sé que ando cursi y no es justificación.

"Ni hablar mujer, trais puñal".


martes, septiembre 02, 2008

Cualquier pretexto es bueno

Abro los ojos después de haberme revolcado en las cobijas. El sol no sale aún. Se ve que pronto amanecerá. Me pregunto dónde diablos andas y si es que por algo o por alguna extraña razón te acordaste de mi.
Me baño y miro el jabón, creo en mi mente ilusiones y me pregunto si es que hoy irás a clases o si es que te encontraré en algún lado como alguna vez ha llegado a ocurrir. Me topo con mis libros. No sé a ciencia cierta si es que has leído lo que te he recomendado.
Arranco mi coche y busco tu auto por todos lados. Cuando encuentro uno parecido me acerco para saber si es que tú lo conduces, pero por alguna extraña razón me doy cuenta que no recuerdo el color ni las placas de tu auto ni la marca, ni nada. Sigo de frente.
Camino en la Avenida Juárez. Busco tus pasos. Veo cabelleras y trato de alejarme un poco para no ser imprudente, pero ni ahí estás.
Sigo de frente. Miro el cielo y pregunto si es que disfrutas tanto el cielo como yo lo disfruto.
Estoy tomando con mis cuates. Alguien dice algo. Yo de inmediato hago un flashback y me recuerdo al momento en el que comimos o tomamos café.
Compro un disco. Lo escucho. Trato de encontrarle un significado o un parecido contigo. Escribo en mi blog a sabiendas que jamás lo vas a leer y por eso me atrevo a teclear lo que se me venga en gana.
Escribo. ¿Escribo? Bueno, golpeo las teclas de esta vieja computadora que compré hace años, mientras como un poco de atún.
Duermo, sueño, despierto y siempre que veo hacia el techo me pregunto cómo estarás, dónde estarás, en qué chingaos estarás pensando.
Hago un poco de ejercicio. Veo unos monitores colgados en la pared y me pregunto si es que has ido a tus clases de danza que habías abandonado.

Y es que en el fondo, viéndolo objetivamente: cualquier pretexto es bueno para pensar en ti.

Cómo explicar

"Pero cómo explicar que me vuelvo vulgar al bajarme de cada escenario".