miércoles, junio 30, 2004

¿Quién mató a Colosio?

Era un hombre bajito, un traje color verde pino, la tela parecía paño. Una corbata café, unas gafas oscuras. El saco estaba mugroso, el cuello de la camisa estaba negro al igual que las mangas.
Tenía un bigote canoso. Sus ojos, aunque no se veían, estaban rojos, incendiados. Llevaba varios días de cantina, al menos lo parecía.
Apestaba a mugre y a alcohol.
Pero llevaba un folder en los brazos.
Se presentaba como un abogado (asesor legal) de transportistas:
-¿Qué paso, mi joven? -decía mostrando toda su dentadura postiza, toda amarillenta.
Lo acompañaban unos señores gordos de un municipio, cuyo nombre no recuerdo, pero pueden llamarlo Palmarito Tochapan. Éstos, con todo el tipo de campiranos, asentían cada vez que hablaba el hombre envuelto en su traje color verde.
-Ya ve, mi joven.
Era un personajazo:
"No lo va a usté a creer, pero aquí donde me ve, yo sé quien mató a Colosio"
-No me diga, ¿quién?
-Je, a poco cree que se lo voy a decir nomás porque sí.
-No, no, no. Lo entiendo.
Los transportistas seguían asintiendo.
"No mi joven, si usté lo publica lo meto en problemas"
-¿Cómo cree?, no voy a decir quién me lo dijo.
La oficina apestaba a aquel sujeto.
El hombre sacó un Delicados, tomó sus cerillos La Central y me dijo:
-¿Usté fuma?
-Sí.
-A huevo, es usté de los míos.
Tomé el cigarro que me ofrecía y el sujeto me lo prendió.
-Tonces qué, ¿me va a decir quién mató a Colosio?, -insistí.
-Nooo. Mi joven se está arriesgando demasiado.
-Bueno está bien, pero qué, ¿a poco sabe mucho de política?
-Sssss.
El señor se puso el dedo índice en la sien.
-Ssss.
-Ssss, ¿qué?
-Ssss que yo sé mucho, mi joven. Ahí donde me ve, soy analista.
Los gorditos que asentían ahora reían.
Uno de ellos se atrevió a decir:
"No mi jovenazo, aquí el lic... no manche, sabe un chingo".
El señor de verde se acomodó las gafas. Sus uñas estaban largas y mugrosas, estaban verdes, del color de su traje.
El hombrecito le dio una fumada a su Delicados:
-Tonces qué mi joven, ¿De veras no me cree que yo sé quién mató a Colosio?
-No, pus sí. Luego, luego se ve que sí sabe quién le dio matacuas.
-No, no se burle, que es en serio.
-No, sino me estoy burlando.
-Mire mi joven, las cosas se pusieron muy pesadas después del discurso aquel del "Veo un México. ¿Ya se acuerda?
-Sí, claro, todos lo vimos.
-Tonces, el pelón, verdá, osea Salinas.
El hombrecito verde se rascó el sobaco. Poco a poco mostraba que su camisa estaba rota, los pocos pelos que tenía en la axila se le veían pegados, como si tuvieran mocos.
-Sí, pues Carlos Salinas...
-No desespere, mi joven, no desespere.
Ahora se rascaba los testículos (sobre el pantalón).
Con la otra mano aventaba el cigarro al suelo.
"¿Bueno, quien fue?", pregunté molesto.
-¿Pos cómo quién?, pos fue el sistema, joven, el sistema fue quien se chingó al Colosio.


Este fue un hecho real que me pasó. No es ninguna broma. El hombre además presumía de conocer quién estaba detrás de la corrupción en Puebla. El sujeto me cayó tan bien por mentiroso y cínico que, por ello, retomo esta pequeña historia. Cuando aprenda a escribir, a lo mejor hasta le hago un cuento

No hay comentarios.: