viernes, agosto 08, 2008

Y a continuacion El Zeta

Pues a mi carro yo le he llamado Z, por obvias razones. No porque sea seguidor de López Zavala, ni porque esté ligado a un comando armado que proteja al narcotráfico. No, para nada.
Lo cierto es que este no tiene ese encanto de L. El mío es tosco, grotesco, rojo, patán y barbaján.
Lo único bueno de él es que le encanta tocar música. Y si no tiene música de plano no arranca.
Hoy al joven Z, le toca ir al médico para que lo chequen y le arreglen sus detalles provocados por excesos.
Ni hablar, el joven zeta necesita que le metan mano.

No hay comentarios.: